
Colores sólidos y neutros: Los colores sólidos suelen verse mejor en las fotos, ya que no distraen la atención de tu rostro. Colores como blanco, negro, gris, azul marino, beige o tonos tierra son opciones seguras.
Evita estampados llamativos: Los estampados pueden ser distractivos en las fotos y pueden no traducirse bien en la cámara, especialmente si son muy pequeños o complicados.

Ajuste adecuado: Asegúrate de que la ropa te quede bien y sea cómoda. Una buena silueta puede realzar tus rasgos y hacerte sentir más seguro frente a la cámara.