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Lo que nadie te dice sobre dormir cerca del celular aunque esté apagado

En un mundo hiperconectado, el teléfono celular se ha vuelto una extensión de nosotrxs mismxs. Lo usamos para trabajar, entretenernos, socializar y hasta relajarnos antes de dormir. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué impacto tiene dormir con el celular cerca, incluso cuando está apagado?

En este artículo te comparto todo lo que necesitas saber sobre este hábito moderno: lo que dice la ciencia, los efectos posibles y cómo crear una rutina de descanso que cuide tu bienestar mental y físico.

Celular en la mesita de noche: una costumbre moderna

Colocar el celular junto a la cama se ha convertido en algo tan automático como cepillarse los dientes. Lo usamos como despertador, para revisar mensajes de última hora o ver una serie antes de dormir. Sin embargo, ese pequeño gesto puede tener más impacto del que imaginamos.

Radiación electromagnética y descanso

Cuando un celular está encendido, emite radiación electromagnética (REM), especialmente al conectarse a WiFi o datos móviles. Algunos estudios han asociado esta emisión con alteraciones en la calidad del sueño, debido a la cercanía con la cabeza y el cerebro durante la noche.

Pero, ¿y si el celular está apagado? Técnicamente, si está completamente apagado (no en modo reposo), deja de emitir REM. Entonces, en ese estado no representa una amenaza real desde el punto de vista electromagnético.

Entonces, ¿es seguro dormir con el celular cerca si está apagado?

Desde el punto de vista físico, sí. Pero aquí entra otro factor menos evidente: el impacto psicológico y conductual que tiene su presencia constante en la habitación.

El celular y la higiene del sueño

Tener el celular cerca, incluso apagado, puede mantenerte en un estado de alerta inconsciente. Nuestro cerebro asocia ese objeto con actividad, notificación, trabajo, redes, mensajes… Esté o no encendido, su presencia puede interferir con el proceso de desconexión que tu mente necesita para dormir profundamente.

Ejemplo real

Lucía, 29 años, trabajaba desde casa y dormía con el celular bajo la almohada “por si alguien llamaba”. Aunque lo apagaba por la noche, sentía que no descansaba bien. Al comenzar a dejarlo fuera de la habitación, notó mejoras en su sueño, disminuyó su ansiedad nocturna y comenzó a tener sueños más reparadores.

5 razones para no dormir con el celular cerca, aunque esté apagado

  1. Condicionamiento mental: tu cerebro asocia el celular con acción, no con descanso.
  2. Riesgos de encenderlo por impulso: es fácil volver a prenderlo si no puedes dormir, activando el círculo vicioso.
  3. Dependencia emocional: la necesidad de tenerlo cerca puede ser un reflejo de una dependencia digital.
  4. Falta de delimitación de espacios: tu dormitorio debería ser un santuario de descanso, no una extensión de tu oficina.
  5. Riesgos técnicos: aunque raros, hay reportes de celulares que se sobrecalientan incluso apagados o conectados.

Cómo crear un ambiente libre de tecnología para dormir mejor

No se trata de satanizar el celular, sino de crear una rutina consciente. Aquí van algunos consejos prácticos:

  • Deja el celular en otra habitación: y usa un despertador analógico o de luz natural.
  • Crea una rutina nocturna: lectura, journaling, meditar o cuidar la piel pueden ayudarte a desconectar.
  • Modo vuelo no basta: si prefieres tener el celular cerca por seguridad, al menos apágalo por completo.
  • No lo uses en la cama: evitar el scroll nocturno mejora el inicio del sueño y la calidad del descanso.
  • Espacio tech-free: transforma tu dormitorio en un espacio sin pantallas. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.

Beneficios de desconectarte por completo al dormir

  • Sueño más profundo y continuo
  • Menor ansiedad al despertar
  • Mejor regulación hormonal y descanso cognitivo
  • Mayor claridad mental y enfoque al iniciar el día

Dormir sin distracciones tecnológicas te reconecta contigo, con tus ritmos naturales y con la verdadera sensación de descanso.

Conclusión: apagar no siempre es desconectar

Tener el celular cerca, incluso apagado, puede seguir afectando tu descanso si no marcas un límite mental con él. La clave está en observarte, escuchar tu cuerpo y probar pequeños cambios que hagan de tu sueño un ritual reparador.

La desconexión real comienza cuando decides priorizarte, y eso empieza, muchas veces, en la noche. Así que esta noche, prueba dejar el celular fuera. Quizá el silencio te revele todo lo que el ruido digital no te deja escuchar.