Seguro alguna vez te has preguntado por qué las puertas de los baños públicos no llegan hasta el suelo. Aunque parezca raro, esa pequeña abertura tiene varias razones bastante prácticas.
Primero, es por seguridad. Si alguien se siente mal o necesita ayuda, es más fácil darse cuenta desde afuera y ayudar rápidamente. También ayuda a evitar que alguien se quede encerrado en caso de emergencia.
Otra razón es la limpieza. Con ese espacio, los baños se ventilan mejor y los pisos se pueden lavar sin necesidad de abrir cada puerta. Además, facilita que los empleados revisen si están ocupados sin incomodar a nadie.
Y por último, aunque no lo creas, es más barato. Usar puertas más cortas significa menos material y una instalación más sencilla, lo que reduce los costos. Así que, aunque no lo parezca, ese diseño tiene toda la lógica del mundo.