El laurel debajo de la almohada es una de esas tradiciones que suenan un poco mágicas, pero que muchos siguen por sus supuestos beneficios. Aunque no hay pruebas científicas que respalden todo lo que se dice, mucha gente cree que este sencillo gesto puede ayudar a mejorar el descanso.
La idea es que las hojas de laurel tienen un poder relajante, como un abrazo para la mente. Colocarlas bajo la almohada se cree que puede ayudarte a dormir mejor, relajarte más rápido y hasta reducir el estrés antes de acostarte. Además, en algunas culturas el laurel se asocia con la buena suerte y la protección, por lo que hay quienes creen que tenerlo cerca durante la noche puede atraer energías positivas o mantener a raya las malas vibras.
También se le atribuyen propiedades curativas, como aliviar dolores leves o mejorar la digestión, aunque eso más bien es una creencia popular.
Así que si alguna vez sientes que tus noches no están siendo lo tranquilas que quisieras, tal vez poner unas hojas de laurel bajo tu almohada podría ser tu toque personal de “magia natural”. ¿Quién sabe? ¡Tal vez encuentres un sueño más profundo y lleno de buenas vibras!